jueves, 6 de noviembre de 2014

Rafael Cancel Miranda: "Nunca me arrepentiré"

"Hace 35 años regresé a mi Patria: Encuentro con el Héroe Nacional", fue el conversatorio celebrado en la universidad con el nacionalista, Rafael Cancel Miranda. El activista habló sobre su rol en el Partido Nacionalista, sus experiencias en el confinamiento, entre otros temas.




Con un paso lento, algo encorvado y de un tropezón, subió al proscenio el líder nacionalista, Rafael Cancel Miranda, protagonista del conversatorio: “Hace 35 años regresé a mi Patria: Encuentro con el Héroe Nacional". En ese ambiente de conmemoración relató sus vivencias como luchador incansable. También, de sus enfrentamientos con la justicia, su vida en las cárceles de los Estados Unidos y su afirmación de que no se arrepiente de perpetrar el ataque armado al Congreso de la nación norteamericana. 

“Prefiero hablar de pie, porque he vivido de pie”, comenzó diciendo Cancel Miranda, quien se disculpó porque en esta ocasión, debido a su mal estado de salud por la enfermedad del chikungunya, tuvo que quedarse sentado. Narró rápidamente cómo le fue inyectado el sentimiento patrio luego de ver a su madre llegar con su traje blanco manchado de sangre tras lograr sobrevivir a la Masacre de Ponce en 1937.

Los estudiantes de la Universidad de Puerto Rico quedaron maravillados con la elocuencia y el buen humor del Rafael Cancel Miranda, quien junto con otros tres nacionalistas: Lolita Lebrón, Irvin Flores y Andrés Figueroa, fue protagonista de un atentado a tiros realizado en el Congreso de los Estados Unidos el 1 de marzo de 1954.

El líder nacionalista, quien por su ataque "terrorista" pasó 25 años en varias prisiones de los Estados Unidos, de los cuales siete los vivió en la ya clausurada cárcel de Alcatraz, dijo: “Nunca me arrepentiré. Ellos [los estadounidenses] nunca se han arrepentido de bombardearnos el 12 de mayo de 1898 desde alta mar [...] matando a nuestra gente, puertorriqueños, como si fuéramos insectos”.

También confesó que, en las cárceles que estuvo, utilizaban drogas para calmar a los reclusos y abusaban tanto física como verbalmente de ellos. Mientras Alcatraz era utilizada para mantener presos físicamente, la prisión de Marion, Illinois, buscaba tener a los confinados prisioneros emocionalmente, por lo que no le entregaban las cartas enviadas por sus familiares para que estos se sintieran abandonados. Los reclusos se volvían locos, se ahorcaban y se cortaban los talones, contó. Rafael Cancel Miranda relató que solo derramó dos lágrimas en todo el tiempo que estuvo preso, y fueron al ver cómo dos de sus amigos de reclusión iban perdiendo la cordura y caían en el juego cruel de las cárceles americanas.

“Estoy convencido de lo que lucho y los ejemplos que conocí en mi vida, en el nacionalismo”, esta convicción era la que lo mantenía cuerdo en las prisiones, en las cuales pasaba mucho tiempo en confinamiento solitario, explicó este luchador por la autonomía y la independencia de Puerto Rico.

Pero el tiempo en prisión no fue del todo desagradable. Desde adentro enseñaba idioma, clandestinamente le ponía música patriótica a los demás prisioneros, cultivó bueno amigos, entre muchas otras anécdotas. “A mí me salvó la cárcel de ser colonizado, porque tengo 28 años menos de vivir en la colonia”, destacó el líder nacionalista.

El activista que, a los 15 años creyó tener una vocación al sacerdocio y el celibato luego de leer un libro del padre Damián de Molokai y su servicio a los leprosos, contó ayer que, hasta el día de hoy todavía lo buscan para matarlo. Narró que el día del asesinato de Filiberto Ojeda Ríos por parte del FBI, un avión se posó sobre su casa en dos ocasiones, que anteriormente le habían dejado un mensaje en su celular en el cual lo amenazaban de cortarle la cabeza y que hasta en un momento le llegaron a disparar mientras conducía por la carretera 100 de Cabo Rojo.

El mayagüezano se define a sí mismo como, “nacionalista, porque es lo que soy y seré hasta la muerte, nacionalista puertorriqueño y defensor de la dignidad de mi pueblo, que es defender mi propia dignidad”. En un tiempo en el que muchos boricuas piensan que el nacionalismo en Puerto Rico ha desaparecido, Rafael Cancel aseguró que, en el siglo 21, el sentimiento nacional se manifiesta de diferentes maneras, pero la esencia consiste en “amar tu nación [...] todo el que luche por los derechos de su pueblo es nacionalista”, insistió.

Hay una diferencia entre rebelde y revolucionario, explicó Cancel, “el rebelde se tira sin pensarlo, el revolucionario está to’ el tiempo en control”. Estas palabras se las dirigió a un grupo de jóvenes universitarios que se enfrentaban a unos policías en medio de una protesta hace algún tiempo. El suceso lo recuerda como uno de los mejores momentos de su vida.

“El hecho de que todavía hayan puertorriqueños de pie, aunque fueran diez hombres y mujeres, eso me llena de orgullo”, expresó con una sonrisa en el rostro.


“Si has hecho un bien en tu vida, valió la pena vivirla”, concluyó.

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