Hemos visto en la Universidad un incremento de estudiantes
que han montado sus propios negocios de comida para obtener ingresos económicos
y poder sobrevivir. Y es que la crisis que afecta al País no solo ataca a la
clase adulta trabajadora, sino también a los estudiantes, quienes se las han
ingeniado para conseguir dinero y subsistir, mientras tratan de alcanzar su
título universitario.
Lamentablemente, en la Universidad no existen
estadísticas que midan la población con escasos recursos, ya que la Beca Pell
no garantiza este perfil, pues se basa en varios criterios que no son
exclusivos de los ingresos económicos.
Según datos del portal web Universia, alrededor
del 67 por ciento de los estudiantes trabajan mientras realizan su carrera de
bachillerato y el 71 por ciento ha trabajado en sus primeros tres años
universitarios. Otras estadísticas que ofrece la página cibernética afirman que
el 39 por ciento obtuvo su primer empleo entre las edades de 18 y 20 años. Sin
embargo, lo más alarmante ha resultado ser que el 33 por ciento de los
encuestados obtuvieron su primera experiencia laboral antes de los 17 años.
Además, el 61 por ciento de los estudiantes, trabajan realizando labores que no
guardan relación con lo que estudian. En esta encuesta participaron nueve
países, entre ellos: Argentina, Brasil, España, México y Puerto Rico.
El decano auxiliar de Servicios al Estudiante del Recinto de Río Piedras, Ángel
Villafañe Santiago, aseguró que hay un compromiso de agilizar y ajustar los
procesos a las necesidades de los estudiantes de escasos recursos en esta nueva
generación. Además, detalló que los manuales de procedimiento, la mecanización
de los ofrecimientos vía Internet y la reestructuración de los servicios para:
la Red de Cuido y Laboratorio de Infantes, Programa de Residencias
Estudiantiles, Servicios Médicos, Oficina para Personas con Impedimentos
(OAPI), Organizaciones Estudiantiles y Asistencia Económica, podrían comenzar a
funcionar muy pronto (al menos el de Asistencia Económica).
El decano auxiliar afirmó que cada estudiante recibe una orientación en su
primer año universitario. "Yo no puedo echarle culpas a nadie", dijo
Villafañe, "usted entra a la página del Decanato de Estudiantes y están
todos los servicios [...] depende del estudiante ... muchas veces, cuando tiene
la necesidad es que dice: '¿dónde consigo esto?', pero ya previamente se le ha
dado [la información]". Villafañe concluyó que todos los servicios se han
agilizado, que las filas han bajado drásticamente en los meses en los cuales no
hay revisiones, solicitudes o reembolsos de becas y fuera de las fechas límites
para alguna transacción. También, resaltó que los 18 espacios (para todos los
estudiantes del Recinto de Río Piedras) en el cuido de niños están llenos y se
les está brindando un buen servicio.
Por otro lado, Mikael Rosa, portavoz del Frente Estudiantil por una
Educación Pública Accesible y de Calidad (FEEPAC), denunció que la situación de
los estudiantes que necesitan trabajar para subsistir "es producto de un
modelo económico del País, reproducido en la UPR, que lleva a la sobrevivencia
y la dependencia. Precisamente por eso es necesario el cuestionamiento por
parte de los estudiantes al sistema vigente, a la vez que se plantean
contrapropuestas a las medidas tradicionales que atentan contra la
accesibilidad y calidad de nuestra educación".
Por: José Karlo Pagán

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