
Entre
el humo de cigarrillos, los libros y encerrado en el regocijo de un apartamento
costero, en el pueblo de Luquillo, el poeta y profesor de la Universidad de
Puerto Rico en Río Piedras, Servando Echeandía Colón, intenta vivir  la
incertidumbre de sus últimos días.
Han pasado 14 años de su derrame cerebral. De ese encuentro con la muerte
heredó la soledad y la pena, la angustia y la resignación. Heredó una
“condena”, una lucha existencial conjugada en el tiempo y en el encuentro entre
la vida y la muerte. Según él, su mayor fortuna.
“Mientras pasan los días te vas acostumbrando al
tiempo, a los sinsabores y al llanto. No es fácil vivir 14 años sabiendo que
puedes morir en cualquier momento, pero he ahí la poesía de mi vida, he ahí lo
que soy...”, dijo el poeta. 
Para Echeandía, un estudioso de la poesía clásica y un fiel a los versos
del poeta puertorriqueño Luis Palés Matos, la poesía ha sido su modo de
justificar su vida, ya que en ella define su pensar y sentir. Echeandía define
la poesía como un oficio, como una búsqueda incesante de lo que no suele ver y
lo que quiere siempre sentir. Para él no existen rutinas para escribir, existen
momentos que llegan, momentos que no se buscan. “La poesía es una forma
de mirar la vida y de meditar un poco sobre qué es este fenómeno de la
vida y tratar de hacerla mejor”, sostuvo.  
 
En sus primeros años de estudiante en la Escuela Modelo de la Universidad
de Puerto Rico (UHS), el hoy considerado uno de los diez principales escritores
de poesía contemporánea del país, se sumergía en los textos de autores como
Juan Ramón Jiménez y el francés Saint-John Perse. En esos textos se hallaba a
la corta edad de siete años, sin sospechar que más adelante en la vida se
convertiría en uno de ellos. Hoy se toma la libertad de expresar que la poesía
puertorriqueña es la expresión literaria más sólida de Puerto Rico.
“Podemos hacer una lista larga de poetas buenísimos que están en la
primera línea de la literatura puertorriqueña. La poesía puertorriqueña es la
carta principal de la literatura puertorriqueña", afirmó el
profesor. 
Servando Echeandía Colón, quien también practicó la
docencia en la Universidad de Harvard a finales del siglo pasado, es el autor
de un repertorio literario de alrededor 3,000 hojas de poesía que datan desde
el año 1972. La mayor parte de su obra poética permanece inédita.
 Hasta el día de hoy cuenta con dos publicaciones
tituladas: Pretextos (2000) y Variaciones (2011). La primera le
mereció el primer premio de poesía del PEN CLUB de Puerto Rico para el 2000 y
la segunda le mereció satisfacción. Hoy, este profesor, que también es
poeta,  solo escribe, enseña, sigue viviendo y dando vida.
Hasta el día de hoy cuenta con dos publicaciones
tituladas: Pretextos (2000) y Variaciones (2011). La primera le
mereció el primer premio de poesía del PEN CLUB de Puerto Rico para el 2000 y
la segunda le mereció satisfacción. Hoy, este profesor, que también es
poeta,  solo escribe, enseña, sigue viviendo y dando vida.
 
 
 
 
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